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A pesar de escuchar cómo SeaWorld confina a las orcas en tanques de concreto, les da drogas psicoactivas y las agrupa de manera incompatible, lo que conlleva acoso y enfrentamientos violentos, ACEBSA (All City Employees Benefits Service Association), club que brinda beneficios a los empleados de la ciudad de Los Ángeles, continúa proveyendo a sus miembros de entradas con descuento a SeaWorld como un "beneficio".
Pero, ¿a quién exactamente están beneficiando estas entradas? Seguramente no a las 20 orcas encerradas que todavía nadan en círculos interminables y quienes se rompen los dientes royendo las esquinas de concreto y las barras de metal de sus estrechos tanques, debido a la frustración; ni a las más de 40 orcas que ya han muerto en los parques – incluida Kayla, que falleció a principios de año, con apenas 30 años de edad. Ciertamente no a las delfines hembra y belugas que todavía están siendo preñadas, a veces por la fuerza tras ser drogadas. Y definitivamente tampoco a los niños que visitan el parque, a quienes se les enseña que es aceptable encerrar a los animales, privarlos de su libertad de movimiento y negarles la oportunidad de establecer un territorio natural y explorar, reproducirse y formar grupos cuando a ellos (no a los humanos) les plazca, causando que enloquezcan de la frustración y la soledad.
Docenas de entidades, entre ellas la Universidad Estatal de California-Long Beach, Mattel, Taco Bell y la ciudad de Gainesville, Florida, han roto lazos con SeaWorld desde el estreno del documental Blackfish.
Por favor exige a ACEBSA a hacer lo correcto y dejar de ofrecer descuentos para SeaWorld.