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Una agrupación que apoya prácticamente todos los experimentos en animales, sin importar lo crueles o inútiles que sean, está tratando de persuadir al gobierno de que tiene la autoridad para forzar a cuatro aerolíneas privadas a transportar monos desde otros países hacia EE. UU. para ser usados en laboratorios. British Airways, China Southern Airlines, Qatar Airways, y United Airlines hace años han tomado la compasiva decisión de dejar de transportar monos con este propósito. Pero, aparentemente, los experimentadores están tan sedientos de sangre de animales que puedan encerrar, dañar y asesinar, que han presentado una queja formal al Departamento de Transporte para tratar de forzar a estas aerolíneas privadas a seguir las órdenes de una pequeña agrupación de personas que vive de someter a monos a aislamiento, cirugías invasivas, drogadicción, privación de comida y la muerte.
Por favor, dile ahora mismo al Departamento de Transporte que apoyas a estas aerolíneas (que no son entidades de gobierno) y a su derecho de tomar sus propias decisiones comerciales.
Todas las grandes aerolíneas comerciales internacionales, menos una, Air France, se niegan a transportar primates destinados a la experimentación (por la seguridad de su personal, de sus pasajeros y de los monos).
Las investigaciones de PETA han revelado lo que les sucede a los monos en los laboratorios de EE. UU.:
Los laboratorios de primates en EE. UU. tienen un lúgubre historial de abuso. Muchos de ellos ahora están siendo investigados, o lo fueron recientemente por violaciones a las leyes de protección animal. Las investigaciones con testigo de PETA dentro de Primate Products, Inc., Covance, Oregon National Primate Research Center (ONPRC), la Universidad de Utah y otros, han mostrado lo que es la vida para estos animales inteligentes y sensibles en esas instalaciones que se embolsan cientos de millones de dólares de los contribuyentes para experimentar en ellos.
Los registros federales muestran que los monos en los laboratorios han muerto por estrangulamiento en sus jaulas, cuando les dejaron gasa en sus cuerpos luego de una cirugía, cuando fueron dejados en jaulas y estas puestas en lavadoras de jaulas con agua hirviendo, cuando escaparon y nadie se dio cuenta y también de otras formas.
Luego está la realidad de que los experimentos en animales no funcionan y muchas veces son simplemente estúpidos, como lo experimentos en ONPRC en los que monos bebé eran asustados con juguetes de Mr. Potato Head. Estos costaron $750.000 dólares a los contribuyentes.
Por favor, envíale a la secretaria de Transporte de EE. UU., Elaine Chao, una carta respetuosa diciéndole que te opones a esta iniciativa cruel y que las aerolíneas no deben ser forzadas a transportar monos hacia laboratorios, sino que deberían poder establecer sus propias políticas comerciales.
Un asunto y una carta con tus palabras ayudará a generar más atención a tu e-mail.