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Décadas después de lanzada la "Guerra contra el cáncer" (siendo el Cancer Moonshot la última batalla en esa guerra), decenas de miles de mujeres siguen muriendo todos los años por cáncer de mama. Y los miles de millones de dólares gastados en experimentos crueles e ineficaces en monos, ratas, ratones, conejos, gatos, perros y otros animales, a quienes les inyectan sustancias químicas o células cancerígenas, y son forzados a padecer el crecimiento de tumores dolorosos hasta que mueren o son asesinados, ha dificultado nuestra búsqueda de mejores tratamientos.
El uso de animales en la investigación del cáncer de mama no es confiable debido a las significativas diferencias genéticas, celulares y fisiológicas con los humanos. Fran Visco, quien sobrevivió a un cáncer de mama y fundó la Coalición Nacional de Cáncer de Mama, declaró que "(…) los animales no reflejan la realidad del cáncer en humanos" y el exdirector del Instituto Nacional del Cáncer, Dr. Richard Klausner, señaló que "(…) la historia de la investigación del cáncer ha sido la historia de la cura del cáncer en el ratón. Hemos curado el cáncer a los ratones durante décadas, pero simplemente no funcionó en humanos". Sin embargo, los animales siguen sufriendo y muriendo como consecuencia de estos experimentos ineficaces y los resultados engañosos prolongan el sufrimiento de las mujeres que necesitan una cura ya.
Un artículo trascendental publicado recientemente en la revista académica Nature concluyó que uno de los métodos más comunes de estudio del cáncer humano en ratones (que implica la implantación de partes de tumores humanos en animales) cambia radicalmente el perfil genético del tumor, haciéndolo menos parecido al humano. Para los tumores de mama específicamente, algunos de los indicadores genéticos humanos característicos desaparecieron en los modelos de ratón. Los ratones también tuvieron distintas respuestas a los fármacos que los humanos, significando que estos experimentos carecían de sentido y eran potencialmente engañosos para los pacientes humanos.
Organizaciones compasivas como la Fundación Avon y la Fundación de Investigación Dra. Susan Love están conduciendo investigaciones humanitarias y sin animales enfocadas en la forma en que se inicia el cáncer de mama en el cuerpo de las mujeres y en la identificación de las maneras de combatir los factores genéticos y medioambientales que incrementan el riesgo de desarrollar cáncer mamario.
Por favor, envía un solo e-mail que irá a los ejecutivos de las siguientes organizaciones que financian experimentos en animales: Susan G. Komen, Lynn Sage Cancer Research Foundation, American Cancer Society, Nina Hyde Center for Breast Cancer Research, National Breast Cancer Foundation, Entertainment Industry Foundation, y American-Italian Cancer Foundation. Pídeles que dejen de financiar estos estudios crueles y que solo respalden investigaciones con solidez científica y humanitarias.
Una carta y un asunto con tus propias palabras ayudará a generar más atención a tu e-mail.