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Hay una tormenta perfecta en el Washington National Primate Research Center (WaNPRC) en Seattle, la zona cero del COVID-19 en EE.UU., y los monos encerrados allí están atrapados en la peor situación. Necesitamos tu ayuda para ponerlos a salvo.
Un mono asomándose de una jaula en un laboratorio de la Universidad de Utah.
En primer lugar, el WaNPRC es simplemente terrible. Tiene un largo historial de experimentos horrendos en monos y violaciones al bienestar animal.
Segundo, el WaNPRC aparentemente está atravesando una crisis financiera y de liderazgo. Ha habido despidos, un freno en las contrataciones y una reducción drástica de costos. Los rápidos cambios de liderazgo son altamente inusuales y estarían indicando un aparente desorden interno. El WaNPRC podría no tener los recursos ni la experiencia para proteger la salud y el bienestar de los primates allí encerrados.
Y, por último, sumemos la pandemia de COVID-19.
Si bien afecta a los monos de forma diferente que a los humanos, el nuevo coronavirus también puede infectarlos. Los monos son a menudo encerrados en jaulas diminutas, lo que aumenta la posibilidad de un brote. Sus sistemas inmunes ya están comprometidos por las condiciones antinaturales del abarrotado laboratorio, por lo que un humano infectado con el virus podría pasárselo a uno o más de ellos. Y desde allí, bueno, solo necesitas un cerillo para iniciar un incendio forestal.
Tres monos en una jaula, uno con un implante en la cabeza, en un laboratorio de la Universidad de Utah.
Cualquier experimento sobre enfermedades infecciosas conducido en monos infectados resultará afectado. Estos primates deberían ser enviados a santuarios y dejados en paz.
Todos los animales merecen la misma consideración: al igual que nosotros, pueden sentir dolor, sufrimiento, alegría y temor, a pesar de que su fisiología es bastante diferente a la nuestra. Los monos viven en grandes grupos familiares. Las macacas bebé permanecen toda la vida con sus madres, y los machos pueden hacerlo durante varios años. Juegan, comen, exploran y pasan tiempo juntos. Han aprendido a usar cámaras y iPhones para verse a sí mismos. Son empáticos y muchas veces arriesgan sus propias vidas para ayudar a otros.
PETA pide la suspensión de todos los experimentos en primates y exige que el WaNPRC nos provea -y a los contribuyentes- de inmediato la siguiente información crucial:
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Prueba de que ningún miembro del personal ha estado expuesto o infectado con coronavirus
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Prueba de que ningún primate allí ha estado expuesto o infectado con coronavirus
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Prueba de que limitar el contacto del personal con los primates protegerá a los animales del coronavirus
Por favor, actúa a continuación y únete a PETA para exigir estas medidas y asegurar la salud de los primates en el WaNPRC.