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Es difícil entender por qué una compañía destrozaría su reputación al asociarse con SeaWorld. Sin embargo, la compañía de planes de pago, Uplift, ofrece opciones de “Compre Ahora, Pague Después” para reservar paquetes para los abusivos parques.
Más de 40 orcas y más de 300 delfines y ballenas han muerto en SeaWorld, muchos muy por debajo de su esperanza de vida natural. La condena pública motivó a la compañía a acabar con su insensato programa de reproducción de orcas, pero continúa produciendo delfines nariz de botella y belugas en masa, que pasarán el resto de su vida en tanques estrechos y desolados. Estos animales son obligados a realizar trucos día tras día y, a veces, se les administran fármacos contra la ansiedad para combatir el estrés del cautiverio extremo y la monotonía interminable de nadar en círculos.
En sus hogares naturales, los delfines pueden reconocer los silbidos de otros que no han visto en 20 años tan fácilmente como los de amigos que vieron hace seis meses. A las belugas se las ha llamado “canarios del mar” porque parecen cantar entre sí. Obligar a estos animales profundamente sociales e inteligentes a realizar trucos para el público es una forma de especismo, una visión supremacista del mundo.
El cambio se está gestando. El Acuario Nacional de Baltimore está construyendo un santuario costero para los delfines que están bajo su cuidado, dos ballenas han sido trasladadas desde un parque marino en China a un santuario costero en Islandia, y The Whale Sanctuary Project anunció que planea establecer un santuario de este tipo en Canadá. Airbnb, Delta Air Lines, Mattel, Mott’s, Tripadvisor y muchas otras compañías han abandonado su asociación con SeaWorld.
A medida que el mundo le da la espalda a la crueldad del cautiverio de cetáceos, insta a Uplift a hacer lo mismo y reconsiderar su asociación con SeaWorld.