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En 1969 frente a la costa de Columbia Británica, una manada de orcas fue atacada por humanos en barcos. Las crías fueron separadas a la fuerza y violentamente de sus madres— vínculo que muchas orcas salvajes comparten de por vida— y vendidas al cautiverio. Una de las jóvenes orcas capturadas aquel día fue Corky.
Esta es su historia.
Hoy, Corky está encerrada dentro de uno de los tanques diminutos de SeaWorld, nadando en círculos interminables. Sus hermanos y otros miembros de su manada todavía nadan libremente en el océano, pero la única vida que Corky conoce es una de privación, sufrimiento y pérdida.
En esta página, puedes obtener más información sobre Corky y luego unirte a los cientos de miles de personas que están pidiéndole a SeaWorld que libere a las orcas sufridas que mantiene cautivas, en santuarios costeros donde puedan experimentar una semblanza de la vida en la naturaleza que les ha sido negada por tanto tiempo. Es tiempo de cambiar.
EL SUFRIMIENTO DE UNA MADRE:
El trágico papel de Corky en los programas de reproducción de orcas
De 1977 a 1986, Corky fue inseminada una y otra vez, seis veces con el semen de su propio primo. Una vez crecidos, sus bebés habrían sido obligados a pasar el resto de sus vidas en cautiverio igual que su madre. Pero la cría de Corky que sobrevivió más tiempo vivió solo 47 días. Su último embarazo terminó en un aborto espontáneo. Su bebé muerto fue encontrado en el fondo de un tanque.
Posiblemente extrañando a sus propias crías, Corky pasó mucho tiempo cerca de una orca joven llamada Orkid cuando compartían un tanque en SeaWorld. Pero esto puede haber dado lugar a rivalidad o celos. La madre de Orkid, Kandu, atacó a Corky. Embistiendo con fuerza a Corky, Kandu se rompió la mandíbula y se cortó arterias de la cabeza. Kandu tardó 45 minutos en morir mientras su cría observaba.
Desde el momento en que fue sacada del océano, la vida de Corky ha estado llena de confusión, dolor y muerte. Si alguno de sus propios bebés hubiera sobrevivido, es probable que se los hubieran quitado de todos modos, enviados a otra parte para vender boletos y criar más orcas.
ESPERANZA PARA EL FUTURO:
Llevando a Corky a casa
No todos los miembros de la manada de Corky fueron capturados junto con ella. Otras orcas de su manada, incluyendo a su madre, se quedaron en el océano frente a la costa de Columbia Británica, donde sus hermanos aún vienen hasta el día de hoy.
Es allí donde un equipo de expertos ha identificado un área para construir un santuario costero de tal forma que Corky y otras orcas cautivas finalmente puedan regresar a casa a las aguas oceánicas donde pertenecen.
Si la liberan en un santuario en estas aguas, Corky realmente podría tener la oportunidad de comunicarse con sus propios hermanos biológicos, quienes viajaban con su madre hasta que ella falleció, oportunidad que le fue robada a Corky.
Aquí, ella podría sentir las corrientes, sumergirse profundamente en el agua e incluso posiblemente reunirse con su familia. Pero para que eso suceda, SeaWorld necesita actuar.
FIRMA LA PETICIÓN
Insta a SeaWorld a enviar a Corky a un santuario costero
Si bien SeaWorld ha finalizado su programa de reproducción de orcas, esto no ayuda en nada a animales como Corky, que seguirán nadando en círculos dentro de diminutos tanques por décadas hasta que mueran. La compañía debe vaciar sus tanques y liberar a estos sufridos animales en santuarios costeros, donde puedan llevar una vida similar a la vida en la naturaleza.
¡AYUDA A CORKY!
Ayuda a Corky hoy firmando nuestra petición pidiendo a la compañía que implemente un plan firme y rápido para liberarla en un santuario costero, donde se le dará algo parecido a la vida natural que se le ha negado durante tanto tiempo.