UN INT Intro Text w/ Responsive Image - *Important Note* You must UNLINK this shared library component before making page-specific customizations.
A pesar de la abrumadora evidencia de que las orcas sufren inmensamente en cautiverio, Miami Seaquarium de Florida y Marineland en Antibes, Francia, siguen confinando a estos animales sociables, inteligentes y sensibles, en pequeños tanques de concreto. Mantener a los animales en cautiverio por entretenimiento, es una forma de especismo –una visión supremacista del mundo que antepone a los humanos sobre otras especies- y debe terminar.

Lolita fue separada de su familia violentamente, en el estrecho de Puget en Washington hace décadas. Medio siglo después, es la última orca sobreviviente de las más de 30 que fueron capturadas a la altura de la costa de Washington, y sigue encerrada en el Miami Seaquarium –en el tanque para orcas más pequeño y antiguo del mundo– mientras que el resto de su manada, incluida una orca quien se cree que es su madre, nada libremente. Lolita no ha tenido contacto con orcas desde 1980, cuando Hugo, su compañero de tanque, murió tras golpear reiteradamente su cabeza contra una pared.

En septiembre de 2020, Francia hizo un anuncio histórico: prohíbe a los parques marinos –incluyendo Marineland Antibes– la reproducción y adquisición de nuevas orcas y otros delfines y tiene la intención de enviar a Wikie, Inouk, Moana, y Keijo a santuarios costeros dentro de los próximos dos años. Al menos 12 orcas han muerto en Marineland Antibes, como Valentin, de 19 años, quien murió como consecuencia de importantes inundaciones a solo cuatro meses de la muerte de su madre Freya.
Insta a Parques Reunidos (la compañía matriz del Miami Seaquarium y de Marineland Antibes) a enviar a las orcas de ambos parques a santuarios costeros, donde podrían sentir las olas, oír manadas silvestres y finalmente tener una semblanza de vida natural.