Insta al San Antonio Aquarium a Cambiar a Entretenimiento Libre de Animales

Dirigido por la familia Covino, el San Antonio Aquarium es una decadente instalación, donde los vulnerables animales padecen la codicia e incompetencia de los propietarios. Varias especies son lanzadas a una embestida interminable de interacciones con el público, cada una de las cuales pone en peligro la salud de los animales, del personal y de los visitantes, mientras la familia Covino recauda dinero.

Los animales silvestres no quieren que los acaricien, toquen o empujen los humanos, y someterlos al estrés de alterarles el sueño, manipularlos de forma indebida y exponerlos a ruidos fuertes y multitudes de extraños en interacciones públicas pone en riesgo tanto a los animales como al público. En esta operación, un pulpo gigante del Pacífico se aferró al brazo de un niño y no lo soltaba. Según informes, el personal tardó hasta cinco minutos en liberar al niño, quien quedó con moretones desde la muñeca hasta la axila.

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) ha citado previamente al Acuario de San Antonio por varios incidentes en los que lémures en peligro de extinción mordieron o arañaron tanto al personal como a miembros del público, y determinó que tres de los seis lémures usados en interacciones públicas han lastimado a visitantes. El USDA también citó a la instalación por permitir que los animales estuvieran a temperaturas cercanas a los 32 °C después de que se descompuso el aire acondicionado, exponiendo a muchas especies a temperaturas por encima de los límites reglamentarios. Otra citación documentó que tenían canguros jóvenes en una oficina del personal junto a cables eléctricos y otros suministros, sin un recinto propio, lo cual es obligatorio “para protegerlos de lesiones”.

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