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En los últimos años, muchas empresas, entre ellas ExxonMobil, han retirado sus patrocinios al Iditarod tras enterarse de la crueldad hacia los perros obligados a competir. Sin embargo, unas cuantas compañías siguen patrocinando la cada vez más controversial carrera de la muerte.
Ha habido acusaciones explosivas en contra del Iditarod, incluyendo la revelación de una musher veterana sobre su creencia de que algunos entrenadores –incluyendo a los del criadero del quíntuple campeón del Iditarod, Dallas Seavey– han matado a “cientos y cientos, o más perros” porque eran considerados demasiado lentos o no aptos en otros aspectos para competir. Escribió: “Tristemente, esto ha estado sucediendo en la 'dinastía' de la familia durante décadas”.
© Sled Dogs Film
A finales de 2018 y principios de 2019, un testigo de PETA trabajó en dos perreras propiedad de excampeones del Iditarod y encontró negligencia y sufrimiento generalizados. A los perros se les negó la atención veterinaria para sus heridas dolorosas, estaban constantemente encadenados cerca de cajas destartaladas y barriles de plástico en el frío polar, y eran obligados a correr incluso cuando estaban exhaustos y deshidratados.
© Sled Dogs Film
La carrera Iditarod de casi 1.000 millas requiere que los perros corran cerca de 100 millas diarias durante 10 días, con muy poco descanso. Son sometidos a vientos hirientes, cegadoras tormentas de nieve y temperaturas bajo cero. Muchos padecen jalones en los músculos, fracturas por estrés, diarrea, deshidratación, virus intestinales, neumonía o úlceras estomacales sangrantes. Hasta la mitad de los perros que comienzan la carrera no la terminan.
Utiliza el formulario de abajo para pedirles a Broadway Signs que dejen de patrocinar esta carrera abusiva y mortal.