¡LO LOGRAMOS! Autoridades Colombianas Rescataron 180 Ratones de Este Asqueroso Laboratorio

Actualización (3 de abril de 2023): ¡TODOS los animales que aún estaban confinados en este asqueroso lugar fueron rescatados! En un operativo conjunto, las autoridades de Cali inspeccionaron nuevamente las instalaciones de Caucaseco y comprobaron que los ratones estaban confinados en condiciones “irregulares”, contrarias a los estándares de bienestar animal. Ahora, estos 180 ratones están a salvo en el recientemente inaugurado Centro de Bienestar Animal de Cali y recibirán allí el cuidado que se merecen. Aunque las autoridades esperaban encontrar al menos un conejo, les informaron que el animal era “propiedad de un empleado” y que dicha persona se lo había llevado a su casa días atrás.

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La extensa investigación realizada por PETA documentó el sufrimiento de cientos de animales confinados por los experimentadores colombianos en malaria Sócrates Herrera Valencia y su esposa, Myriam Arévalo Ramírez. Gracias a nuestros hallazgos, las autoridades actuaron y rescataron 108 monos, quienes ahora se recuperan del abuso en el centro de rescate y rehabilitación para animales silvestres de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC). Pero cientos de ratones y otros animales siguen confinados en Caucaseco y deben ser rescatados cuanto antes.

La Alcaldía de Cali llevó a cabo un operativo en Caucaseco recientemente y descubrió que el lugar no contaba con las condiciones sanitarias ni de seguridad para funcionar sin poner en riesgo la salud de los empleados. Esto se suma a la presunta carencia de permisos de experimentación con monos que PETA documentó.

De acuerdo con testimonios obtenidos por PETA, las condiciones de confinamiento y manejo de los ratones son deplorables. Los exempleados de Herrera y Arévalo dicen que debido a que alguien no separó a los machos de las hembras, la población de ratones se disparó a 700 en el 2021 y, como resultado, había hasta 30 ratones en cajas diseñadas para un máximo de cinco ratones. Según testigos, los ratones no tenían suficiente agua y algunos de ellos recurrieron al canibalismo.

Presuntamente, Herrera y Arévalo ordenaron que mataran a más de la mitad de los ratones. Según los testimonios, no había protocolos de eutanasia apropiados y a los empleados se les pidió que pusieran copos de algodón empapados con cloroformo en una pecera vacía y colocaran allí a los ratones hasta que se adormecieran. De acuerdo con exempleados, los ratones adormecidos fueron finalmente asesinados tirando de su cabeza y cola al mismo tiempo, rompiendo su médula espinal.

Por favor, suma tu voz a la nuestra y exígele al secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, quien supervisa los NIH, que le ordene a la agencia que deje de financiar a estos maltratadores de animales.

¡ACTÚA YA!