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A pesar de saber que las trampas de pegamento causan un sufrimiento prolongado, JCPenney continúa usándolas.
Las trampas de pegamento (pequeñas tablas recubiertas con un adhesivo pegajoso) infligen muertes aterradoras indiscriminadamente a ratones, ardillas, aves, especies en peligro de extinción e incluso pequeños animales de compañía que quedan atrapados en ellas. Las trampas arrancan el pelaje, las plumas o la piel de los animales cuando entran en pánico y luchan en un intento desesperado de escapar; algunos incluso se muerden sus extremidades.
Los animales atrapados pueden languidecer en agonía por días hasta que mueren por lesiones, agotamiento, inanición o deshidratación. La nariz, la boca o el pico de algunas víctimas quedan atascados en el pegamento, haciendo que se asfixien. Antes de morir, continúan produciendo orina y heces, que pueden propagar patógenos peligrosos; y, por este motivo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advierten a la gente que no use los dispositivos.
Los ratones y las ratas son seres muy sociales que harán lo posible para ayudar a otros en apuros. Los ratones cantan canciones de amor como los pájaros (pero en frecuencias ultrasónicas) para cortejar a una pareja romántica. Las ratas bebés se ríen mientras disfrutan de cosquillas juguetonas. Al igual que nosotros, si estos animales no tienen compañía, pueden volverse solitarios, ansiosos, deprimidos y estresados.
Target, CVS, Dollar General y Walgreens han prohibido la venta de trampas de pegamento y cientos más han dejado de usarlas. Por favor contacta a JCPenney para exigirle que deje de usar estos crueles dispositivos de inmediato.