Detén el plan de Charles River Laboratories para construir la prisión de monos más grande en EE.UU.

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PETA ha puesto al descubierto un plan de Charles River Laboratories, el mayor importador de monos usados para experimentos de laboratorio, para construir la instalación de retención de monos más grande en la historia de EE. UU., apuntando a 500 acres de tierra ecológicamente sensible en Texas. La empresa sigue avanzando con la propuesta a pesar de las objeciones de los residentes y representantes locales.

Necesitamos tu ayuda para detenerlo.

La enormidad de los planes de Charles River no puede ser sobreestimada. La compañía, que actualmente está bajo investigación federal por posibles violaciones de las leyes de importación de monos, quiere construir una instalación de importación y cría de monos cuatro veces más grande que cualquier otra que cualquiera que opere actualmente en EE. UU. Si se construye, podría encerrar a 43.000 monos, lo que la convertirá en la instalación más grande de su tipo en el hemisferio occidental.

Para tener una idea de la magnitud de la propuesta de Charles River, Rikers Island, la cárcel más grande de la ciudad de Nueva York, alberga a unas 15 000 personas. Eso es aproximadamente un tercio del número de monos que Charles River planea encerrar. La instalación similar de monos más grande en EE. UU., también ubicada en Texas, actualmente alberga alrededor de 7000 animales.

La propuesta tendría repercusiones casi incalculables para las poblaciones de monos que ya están en peligro de extinción en todo el mundo, correría el riesgo de propagar enfermedades por todo el país y significaría un desastre ecológico para los residentes del condado de Brazoria (a unas 50 millas al sur de Houston), donde se ubicaría el sitio.

En un intento por pasar desapercibido, Charles River creó una empresa fantasma, incorporada en marzo como Kandurt LLC, para comprar el terreno, que colinda con el San Bernard National Wildlife Refuge. No ha revelado públicamente sus planes.

Los lugareños alertaron a PETA sobre el plan, y actuamos de forma inmediata para informar a la gente del condado de Brazoria, enviando 4000 cartas a los residentes del condado. Los residentes acudieron en masa para objetar a la reunión la de la Junta de Comisionados del Condado de Brazoria el 28 de noviembre, donde el panel recomendó unánimemente que las autoridades federales descartaran la propuesta.

A pesar de la intensa oposición local, la prisión de monos de Charles River aún podría construirse si las autoridades estatales y federales de Texas otorgan permisos para ello. Por eso te pedimos que sumes tu voz para oponerte a esta monstruosidad antes de que una pala toque el suelo.

¿Escuchaste lo suficiente? Ve a la parte final de esta página para ACTUAR de forma inmediata. O sigue leyendo para conocer más sobre esta desastrosa propuesta.

La propuesta de Charles River sería un desastre en muchos niveles:

Posible propagación de enfermedades
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) advierten que los primates importados representan una amenaza significativa para la salud pública. Dos especies de monos en particular, los macacos de cola larga y los macacos rhesus, tienen el mayor potencial para transmitir enfermedades. La instalación propuesta por Charles River encerraría a ambas especies.

PETA ha obtenido documentos de los CDC que muestran que en los últimos años ha habido un aumento significativo en la llegada a EE. UU. De monos infectados con tuberculosis, malaria y otras enfermedades mortales. Patógenos mortales y enfermedades como el virus del herpes B, virus similares al Ébola, tuberculosis y otros, que los monos contraen en el extranjero, pueden propagarse a humanos y a otros animales en Texas. Se supone que Charles River debe detectarlos, pero a menudo pasan desapercibidos.

PETA también documentó que, en 2020, 2021 y 2022, la empresa no realizó los exámenes de prevención requeridos antes de transportar monos en camiones por todo el país. En respuesta a nuestra evidencia, los federales citaron a la compañía.

Contaminación ambiental
La instalación propuesta ocuparía áreas ambientalmente sensibles que incluyen humedales, arroyos y ríos, lo que permitiría la distribución rápida y amplia en el medio ambiente de cantidades masivas de desechos biológicos, incluida la saliva, heces, orina, sangre y otros fluidos corporales de los monos, que podrían albergar patógenos.

La vida silvestre, incluyendo aves e insectos, podría consumir el suelo y el agua contaminados, aumentando el riesgo de transmitir parásitos, virus y bacterias a los humanos. Los mosquitos que se alimentan en la zona podrían transmitir la malaria u otras enfermedades entre los monos y los humanos. Y grandes colonias de monos cautivos han sido implicadas en los ciclos locales de transmisión del parásito de la enfermedad de Chagas.

Escapes de monos
Las fugas de monos son alarmantemente comunes. En 2018, cuatro babuinos escaparon del Instituto de Investigación Biomédica de Texas en San Antonio y fueron vistos por conductores en la carretera. Anteriormente, varios chimpancés escaparon del MD Anderson Cancer Center en Bastrop, Texas. Un mono que escapó del Centro Nacional de Investigación de Primates Yerkes de Georgia nunca fue hallado. Y eso no es todo:

  • Dos docenas de monos encontraron refugio en el bosque local tras de escapar del Centro Nacional de Investigación de Primates Tulane de Louisiana.

  • Nueve monos que se cree están infectados con herpes B escaparon del Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregón, y uno evadió la captura durante tres días.

  • Un camión que transportaba 100 monos se estrelló en una autopista de Pensilvania en 2022, exponiendo a buenos samaritanos a los fluidos corporales de los animales recién importados.

Charles River es lo peor
Charles River tiene un historial espantoso de maltrato animal. La compañía ha sido citada por las autoridades federales en numerosas ocasiones por no proporcionar ni siquiera las protecciones para los animales más básicas requeridas por la ley, incluso por negar atención veterinaria y alivio para el dolor. La flagrante negligencia ha llevado a muertes abominables. La compañía horneó hasta la muerte a 32 monos después de que nadie notara que un termostato había fallado en su instalación en Nevada.

Charles River, ávido de ganancias, también contribuye a diezmar las poblaciones de monos en sus hogares naturales, poniendo en peligro a la especie de macaco de cola larga. Estos monos son arrebatados de sus hogares, confinados en sucias granjas de cría, encerrados en pequeñas cajas de madera y enviados a EE. UU. antes de ser envenenados, cortados y asesinados en espantosos experimentos de laboratorio.

Detén la propuesta prisión de monos
Charles River ya es el principal importador de macacos de cola larga a EE. UU., y la compañía experimentó con 16 000 monos tan solo en 2022. En lugar de expandirse, debería cambiar a métodos de prueba más efectivos y libres de animales.

Ayúdanos a detener a Charles River: firma hoy nuestra carta para el Departamento de Agricultura de EE. UU.

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