Vídeos impactantes publicados por PETA y sus afiliados internacionales le han mostrado al mundo que las ovejas sufren terriblemente cuando son utilizadas para la “moda”. No importa la granja, no importa el continente, cuando hemos ido a los establos de esquila, hemos descubierto que abusan de las ovejas (y posteriormente las matan) para obtener su lana. La perturbadora grabación de un testigo, reunió 11 diferentes vídeos de 99 operadores de lana en cuatro continentes. En ellos se revela que los trabajadores en la industria global de la lana, golpean, pisotean, patean, avientan y mutilan a las inofensivas y asustadas ovejas, es imposible negarlo.

Este abuso está cosido en los abrigos de lana, gorras, calcetines y otra vestimenta colgada en tiendas.

 

¿No lo crees?

 

Mira los 11 sangrientos vídeos que aparecen a continuación, para que te des cuenta de por qué vestir lana es lo mismo que vestir pelaje, cuero u otro tipo de material hecho con partes de animales.

 

Esquiladores de ovejas en Australia dieron violentos puñetazos a las ovejas en la cara y las golpearon en la cabeza con podaderas afiladas de metal y hasta con un martillo. Estos ataques a menudo dejan a las petrificadas ovejas sangrando por los ojos, nariz y boca.

Las cosas no son mejores para las ovejas en los Estados Unidos, donde PETA documentó maltrato en 14 ranchos a lo largo de Colorado, Nebraska y Wyoming. Un esquilador les dobló el cuello y extremidades anteriores a docenas de ovejas (a una rompiéndole el cuello), puso todo su cuerpo sobre ellas, y les clavó los dedos en los ojos.

En Argentina, trabajadores en una granja que proveía de lana a Patagonia, tomaban a los nobles corderos, y mientras estaban plenamente conscientes, les ataban las piernas, clavaban cuchillos en sus cuellos y serruchaban a través de su carne. Luego les partían el cuello poniendo sus cabezas hacia atrás.

En otra granja en Argentina, trabajadores cortaron partes de las orejas de los corderos, ponían anillos apretados alrededor de sus escrotos y les cortaban la cola, sin analgésicos. Como puedes ver en este video, las ovejas son golpeadas con podaderas eléctricas, arrojadas contra el piso duro, pateadas, y hasta se pararon sobre ellas:

Un testigo en otra granja de ovejas en Australia documentó mulesing, una mutilación atroz que sigue siendo ampliamente realizada en corderos en ese país, a pesar de que la industria “promete” eliminarla. Un supervisor y un trabajador mutilaron de esta forma hasta 80 corderos y ovejas cada día, usando podaderas para cortar grandes tiras de carne de sus nalgas mientras gritaban en agonía.  El testigo no vio que les dieran analgésicos a las ovejas.

Se estima que al menos el 30 por ciento de la lana producida en Chile es enviada a Italia, donde las compañías como J.Crew y Coach la etiquetan y venden como “lana italiana de lujo”, engañando a los consumidores acerca de su verdadero origen y la crueldad involucrada en su producción. Este video exposé de PETA de dos enormes granjas de ovejas en Chile revela que las prácticas crueles y arcaicas son igual de comunes que en Argentina, Australia y EE.UU.:

En abril de 2017, observadores de PETA visitaron una enorme operación cerca de Jericho, Utah, donde miles de ovejas de Red Pine Land & Livestock, LLC (que una vez fue listada en el sitio de Patagonia como proveedor aprobado) fueron esquiladas cada año. Ovejas con preñez avanzada fueron manipuladas y tratadas brusca y despiadadamente. Les doblaron los cuellos y las jalaron de la lana, las arrojaron por rampas hacia abajo y hasta las azotaron.

Un perturbador video de una investigación de PETA Asia de la industria de la lana en el Reino Unido muestra a trabajadores golpeando, pisoteando, pateando, mutilando y lanzando a las ovejas. El testigo vio crueldad en 25 granjas. Las ovejas entraron en pánico mientras eran sujetadas en el suelo y los esquiladores las pisotearon y se pararon sobre sus cuellos y cabezas, les apretaron la garganta y las patearon. Los trabajadores les doblaron los cuellos y las extremidades, arrojaron sus cabezas y cuerpos contra los duros pisos de madera y hasta les dieron puñetazos violentos en la cara a estos nobles animales, que también golpearon y pincharon en la cabeza con podaderas.

Una investigación independiente de PETA Asia reveló que trabajadores en Escocia agresivamente dieron puñetazos a ovejas en el rostro, estrellaron sus cabezas contra el suelo, las golpearon, patearon y las lanzaron a los camiones de esquila. Algunas de ellas cojeaban durante el esquilado. En una granja, un trabajador arrastró de una pata a una oveja que parecía estar muriendo, su cabeza rebotó en el duro y rocoso suelo por varias yardas. Un esquilador colgó en una plataforma de esquilado a una oveja moribunda y la empujó contra una barra donde esta se convulsionó y murió poco después.

En 2018, un testigo presencial trabajó en una granja de ovejas en Victoria, Australia (el exportador de lana más grande del mundo) y descubrió que el jefe de la granja y los trabajadores mutilaban a ovejas aterrorizadas en la línea de montaje. Los trabajadores cortaron pedazos de carne de las ancas de estos animales con tijeras de esquila en un cruel intento por atender los problemas causados por criarlos para que produzcan excesivas cantidades de lana, dejando a las ovejas con heridas expuestas y sangrantes que muchas veces se infectaban con gusanos. Cuando PETA expuso por primera vez el horrible procedimiento conocido como “mulesing”, generó indignación a nivel internacional. El mulesing se prohibió en Nueva Zelanda y oficiales de la industria de la lana en Australia se comprometieron a descartarlo para el año 2010.

Pero ocho años después, la mayoría de las ovejas en Australia continúan viviendo este tormento.

También en 2018, mientras trabajaba para un contratista de esquila de ovejas en Nueva Gales del Sur, Australia, un testigo presencial descubrió que trabajadores golpeaban en el rostro a las nobles y aterrorizadas ovejas con filosas tijeras de metal. Pagados por volumen, los esquiladores trabajaban a una velocidad precipitada y cortaban severamente a estos animales, cosiendo sus heridas bruscamente en el mugriento suelo del esquilado sin ningún tipo de analgésico. Incluso cortaban enormes pedazos de la piel de las ovejas. Un granjero colocó un apretado anillo alrededor del escroto de una oveja (lo cual es extremadamente doloroso) sin analgésicos para que sus testículos se secaran y cayeran semanas después. Cuando los testículos de otros animales no caían cuando se esperaba, los esquiladores simplemente los cortaban con unas tijeras. Nuevamente, sin proveerles ningún analgésico.

 

Tú Puedes Ayudar a Detener Este Maltrato:

 

¡Actúa ya mismo!

 

Sin importar dónde se origine, la lana es producto de una industria cruel. La mejor forma de ayudar a las ovejas como las que has visto en los exposé en video de PETA es no comprando lana.

Es fácil checar las etiquetas cuando compras. Si dice “lana” no compres. A continuación, podrás instar a varios minoristas a hacer lo correcto quitando todos los artículos de lana de sus tiendas. Y luego comprométete a no usar nunca lana. Una vez que hayas completado las acciones de abajo, comparte esta página con tus amigos y familiares en redes sociales. Hazles saber que la lana, al igual que las pieles, cuero, plumón y todos los materiales derivados de animales, son crueles.

 
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Otro productor de lana aprobado por Patagonia al descubierto –Ayuda a las ovejas ahora mismo

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