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Todo salió a la luz en el juicio recién concluido de un funcionario camboyano: el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. (FWS, por sus siglas en inglés) descubrió una abrumadora cantidad de pruebas que indica que los monos exportados desde Asia están siendo arrancados de sus hogares en el bosque y los contrabandistas los están distribuyendo en toda Asia continental. Camboya no fue el único país exportador de monos que habían sido puestos en jaulas, etiquetados como criados en cautiverio (es decir, contrabandeados) y enviados a través del océano para ser atormentados en laboratorios de EE. UU.
Aunque este individuo fue absuelto, el testimonio de los agentes del FWS no dejó lugar a dudas razonables sobre estos negocios turbios. Los bosques de varios países asiáticos están siendo saqueados para alimentar la codiciosa industria de la experimentación animal. La investigación de cinco años realizada por el FWS reveló prácticas ilegales, incluido el transporte de monos a través de las fronteras durante la noche, el intercambio de información de identificación y la falsificación de documentos. El FWS demostró que el comercio ilegal de monos en el mercado negro es una máquina clandestina de criminalidad coordinada y bien organizada que se oculta bajo el legal pero aborrecible comercio de la miseria de monos.
El único curso de acción sensato es prohibir la importación de todos los macacos de cola larga de Asia.
PETA le pide encarecidamente al FWS que tome estas tres medidas:
- Poner fin a todas las importaciones de monos de Asia de inmediato.
- Acelerar su investigación sobre las empresas de EE. UU. que se benefician de los monos capturados ilegalmente.
- Acusar a los coconspiradores de EE. UU. no identificados en el caso que acaba de concluir.
Por favor, ayúdanos actuando a continuación para pedirle al FWS que actúe de inmediato para salvar las vidas de estos monos y ayuda a prevenir la extinción de su especie.
Participantes en EE. UU.
Las evidencias presentadas en el tribunal demostraron que dos importadores de EE. UU., Worldwide Primates y Orient BioResource Center (ahora Inotiv), firmaron documentos para monos que sabían que habían sido secuestrados ilegalmente y vendidos como nacidos en cautiverio. Estas son corporaciones gigantescas que ganan millones de dólares traficando seres sintientes, y FWS demostró que aparentemente, a veces lo hacen ilegalmente.
Es por eso que el FWS debe investigar de inmediato a las empresas de EE. UU. que lucran con monos en el mercado negro, incluida Charles River Laboratories, uno de los mayores clientes de Worldwide Primates.
Por favor, pídele al FWS que continúe su investigación con las acciones adicionales necesarias para salvar a los monos de la extinción manteniéndolos fuera de los laboratorios de EE. UU. y en los bosques donde pertenecen.