Experimentación en animales sin alivio del dolor: el ‘pase libre’ a la ‘Columna E’

UN LAB Middleware Label: Title Ends

Los animales en los laboratorios ya están condenados a una vida de sufrimiento y dolor y a una muerte temprana. Sin embargo, sorprendentemente, las cosas pueden, y de hecho lo hacen, volverse aún más graves.

Algunos animales ni siquiera reciben el más mínimo alivio del dolor. Los experimentadores tienen permitido, por ley, obligar a los animales a soportar radiación, inmovilización durante semanas, electrochoques y más sin proporcionarles la más mínima sedación o alivio del dolor.

En su informe anual, el Departamento de Agricultura de los EE. UU. (USDA, por sus siglas en inglés) clasifica los experimentos que causan dolor o angustia insoportable a seres inteligentes y sensibles bajo lo que se conoce en el argot de laboratorio como la “Columna E”.

¿”Columna” qué?

Las instalaciones de experimentación animal están obligadas a presentar un formulario justificando por qué se les negó el alivio del dolor a los animales, y no necesita ser detallado. Simplemente podría ser que el manejo del dolor interfiere con los objetivos del experimento. Luego, esos experimentos se recopilan en el informe anual de la instalación bajo la Columna E.

Eso es todo. No más preguntas. Simplemente sigue adelante.

Esta Columna E es un pase libre para que los experimentadores ocasionen dolor sin alivio, ya sea por conveniencia, para reducir costos, o bajo la creencia equivocada de que el uso de analgésicos interferiría con los “objetivos científicos” del experimento, a pesar de que está bien documentado que suspender el alivio del dolor hará lo mismo. Y los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) financian estas pruebas con tus impuestos. Necesitamos tu ayuda para conseguir que pongan fin al financiamiento de estos grotescos experimentos.

Gatos, perros, ratones, ratas, vacas, pollos, murciélagos, monos, cerdos y muchos otros animales son sometidos a experimentos de la Columna E realizados en todo el país en laboratorios universitarios, gubernamentales y en instalaciones de investigación por contrato. Estos son solo algunos ejemplos recientes:

Battelle Memorial Institute

  • Los experimentadores expusieron a 161 conejos a una sustancia que les causó dolor y angustia, incluyendo letargo, dificultades respiratorias, convulsiones y muerte.

  • Los experimentadores infectaron a 32 monos verdes africanos con una bacteria que les causó dolor y angustia, incluyendo letargo, postura encorvada, debilidad, problemas respiratorios, problemas fecales, secreción oral/nasal e inconsciencia.

  • Los experimentadores inyectaron a 26 macacos rhesus con un agente nervioso que les causó intoxicación y dolor, incluyendo dificultad respiratoria y espasmos musculares.

Emergent BioDefense Operations Lansing

Los experimentadores usaron un total de 6272 cobayas en estudios en los que fueron infectadas con ántrax. Los cobayos infectados con ántrax pueden presentar síntomas como fiebre, letargo y dificultad para respirar; lo que puede llevar a efectos sistémicos, insuficiencia de órganos y muerte.

Universidad Estatal de Florida

Los experimentadores sometieron a 689 topillos a la prueba de nado forzado y la prueba de estrés por restricción. En el primero, los experimentadores pusieron a los topillos en un contenedor de agua en el que no podían tocar el fondo ni salir durante seis minutos. Los animales estresados nadaron por sus vidas antes de quedarse inmóviles. En este último, los experimentadores metieron topillos dentro de tubos de restricción estrechos hasta por una hora, causándoles estrés y ansiedad.

Harry S. Truman Memorial Veterans’ Hospital

Los experimentadores aplicaron sustancias corrosivas a los ojos de los conejos para dañar sus córneas.

Universidad de Harvard

Los experimentadores sujetaron las cabezas de cinco conejos, manteniéndolos completamente inmóviles, durante varios experimentos.

Universidad Johns Hopkins

  • Los experimentadores alimentaron a la fuerza a 16 lechones metiéndoles un tubo de plástico grueso por la garganta. Esto se repitió seis veces al día durante cinco días, causando una dolorosa inflamación intestinal.

  • Otros experimentadores lesionaron la médula espinal de un cerdo, paralizando las piernas traseras del animal.

Institutos Nacionales de Salud

Los experimentadores expusieron a ocho cobayas a una dosis letal de un virus conocido por causar dolor y angustia significativos, incluyendo dificultad para respirar, fatiga, malestar, pérdida de peso, deshidratación y debilidad corporal tan aguda que puede impedir que los animales se mantengan erguidos.

Universidad de Alabama en Birmingham

Los experimentadores inyectaron un factor de crecimiento nervioso en la parte baja de la espalda de seis gatos para crear una zona hipersensible. Manipularon sus columnas vertebrales con fuerza mientras observaban las expresiones faciales de los animales para registrar cómo reaccionaban al dolor.

Universidad de Massachusetts

Los experimentadores infectaron a 33 cobayas con difteria o tétanos, provocándoles síntomas de toxicidad y causando su muerte.

Universidad de Michigan

Los experimentadores ataron a cinco macacos de cola larga en peligro de extinción a sillas, impidiéndoles mover sus cabezas y brazos. Los monos estuvieron atrapados de esta manera hasta ocho horas y se utilizaron en una serie de pruebas.

Universidad de Texas Medical Branch–Galveston

Los experimentadores infectaron a 348 cobayas con un compuesto que causa síntomas dolorosos, incluyendo parálisis, anorexia, erupciones cutáneas, secreción ocular, dificultad para respirar, fiebre grave con sangrado, síntomas similares a la gripe y muerte. El compuesto fue inyectado en la vagina, recto, músculo, vena, cavidad nasal o cavidad abdominal de los pequeños animales.

Universidad de Utah

Los experimentadores eliminaron una porción gruesa de piel de dos cerdos. Los animales sufrieron hasta dos semanas mientras sus heridas sanaban sin alivio del dolor.

Universidad de Washington

Los experimentadores sometieron a 20 ardillas silvestres a pruebas de condicionamiento al miedo, obligándolas a padecer fuertes descargas eléctricas en sus pies. Colocaron redes de choque en toda el área de búsqueda de alimento de las ardillas y administraron descargas aleatorias para interrumpir su ritmo circadiano.

Departamento de Agricultura de EE. UU.

Los experimentadores colocaron un cepo en el recinto de un coyote y atrajeron al animal hacia ella con cebo. Las trampas de sujeción para patas tienen un mecanismo similar a una mandíbula con dientes que se cierran sobre las piernas, causando dolor físico y lesiones; incluidas fracturas, dislocaciones, heridas profundas, estrés severo, miedo y cambios de comportamiento. Los experimentadores también dejaron que otros coyotes vieran sufrir al coyote atrapado.

Laboratorio de Investigación de Insectos de Ganado de EE. UU. Knipling-Bushland del USDA

Los experimentadores atraparon a 102 vacas jóvenes en dispositivos de restricción, impidiéndoles mover sus cabezas y acicalarse para aliviar la incomodidad causada por las garrapatas y los insectos. Esta inmovilización duró varias semanas mientras los experimentadores usaban los cuerpos de las vacas como superficie de cría para garrapatas e insectos.

Western Regional Research Center del USDA

Los experimentadores infectaron a 260 ratones con botulismo, causando síntomas como visión borrosa, dificultad para tragar, debilidad muscular, boca seca, parálisis e incluso insuficiencia respiratoria completa.

Universidad Estatal de Wayne

Los experimentadores sometieron a 184 conejos bebés a la prueba de nado forzado y a la prueba clásica de condicionamiento del parpadeo. En la primera, los experimentadores engancharon a los bebés a arneses y los pusieron en un tanque de agua hasta un minuto, obligándolos a nadar frenéticamente por sus vidas. En la segunda, los experimentadores restringieron a los bebés hasta una hora e insuflaron aire en sus ojos como castigo si no parpadeaban después de escuchar un sonido.

*****

Qué puedes hacer

Por favor, actúa para pedirle al NIH que ponga fin a la financiación de los crueles y dolorosos experimentos de la Columna E en animales.

Michelle
Bulls
National Institutes of Health
Michael
Lauer
NIH Deputy Director for Extramural Research

¡Haz Algo!

Todos los campos marcados con asterisco (*) son obligatorios. 

Deseo suscribirme al siguiente e-mail: