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Oceania Cruises, una línea de cruceros propiedad de Norwegian Cruise Line Holdings, ofrece excursiones a Ko Samui, Tailandia, donde los visitantes pueden ver monos explotados obligados a recoger cocos. Pero no ven el horror dentro de la industria de la recolección de cocos en Tailandia. Tres investigaciones de PETA Asia han revelado maltratos generalizados hacia los monos: se ha visto a trabajadores golpear a animales pequeños, colgarlos por el cuello y azotarlos.
© Raffaele Petralla
En la industria tailandesa del coco, los macacos cola de cerdo son apartados de sus madres y secuestrados en la naturaleza cuando son bebés y obligados, a través del maltrato físico y miedo al castigo, a recoger cocos para obtener leche de coco. Los macacos cola de cerdo del sur se consideran en peligro de extinción y los macacos cola de cerdo del norte se consideran vulnerables en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
En la naturaleza, los macacos hembra permanecen con su madre durante toda su vida y los machos permanecen con su madre durante varios años. Juegan, comen, exploran y buscan alimento juntos, viviendo en grandes grupos sociales. Son empáticos, a menudo arriesgando sus propias vidas para ayudar a los demás.
Puede que arranquen los colmillos de los monos, sin ningún analgésico, para que no puedan defenderse.
Pero en la industria del coco tailandesa, se les coloca collares de metal rígidos y se usan cadenas y correas para asfixiarlos y controlarlos. Sus colmillos pueden ser removidos para que no puedan defenderse. Después de meses de ser azotados, golpeados y confinados en aislamiento, los sensibles bebés “aprenden” a obedecer y comienza el trabajo forzado. Se les obliga a trepar árboles altos para recoger cocos pesados, a pesar de ser recolectores terrestres. A menudo son mordidos por hormigas o picados por avispas, a veces mortalmente. Sufren fracturas cuando caen o son violentamente arrancados de los árboles. Cuando no se les obliga a trabajar, se les mantiene encadenados en parcelas inhóspitas de tierra o confinados en jaulas pequeñas, a menudo sin acceso a comida ni agua. Padecen angustia mental extrema debido a la tristeza por la vida de cautiverio y maltrato.
PETA ha contactado a Norwegian Cruise Line Holdings acerca de este problema. Respondió diciendo que revisa que sus excursiones sean “adecuadas”; sin embargo, continúa ofreciendo estas crueles excursiones.
Por favor, ayuda a poner fin al maltrato de los monos pidiéndole a Oceania Cruises que deje de ofrecer excursiones turísticas para ver monos explotados obligados a trabajar en la industria de la recolección de cocos en Tailandia.