UN INT Intro Text w/ Responsive Image - *Important Note* You must UNLINK this shared library component before making page-specific customizations.
ACTÚA YA
Desde su fundación en 1980, PETA ha pedido que se acabe con el uso de miles de millones de dólares de los impuestos para financiar crueles y arcaicos experimentos en animales. Se estima que el 47 por ciento del financiamiento otorgado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) –la mayor fuente pública de financiamiento de investigación biomédica en todo el mundo– se destina a experimentos que utilizan perros, ratas, monos, ratones y otros animales como “modelos” de la fisiología humana. Los contribuyentes estadounidenses están siendo estafados por quienes llevan a cabo estos experimentos, los cuales rara vez resultan en curas o tratamientos efectivos para los humanos.
Incluso los NIH han reconocido que los experimentos en animales han fallado en producir resultados relevantes para los humanos. En su más reciente plan de cinco años, la agencia declaró que “los modelos animales a menudo no son buenos métodos para imitar la enfermedad o predecir cómo funcionarán los medicamentos en seres humanos, lo cual resulta en una enorme pérdida de tiempo y dinero mientras los pacientes esperan terapias”.
No obstante, los NIH continúan financiando con dinero público estos experimentos que no conducen a nada. Pídele al Congreso que deje de otorgarles fondos a los NIH para estos crueles experimentos y que reasigne ese dinero a financiar métodos de investigación modernos y relevantes para los humanos. Los siguientes son solo algunos ejemplos que PETA ha puesto al descubierto de las asombrosas maneras en que los NIH malgastan nuestro dinero y apoyan el abuso de los animales:
- Peleas de hámster: se han entregado más de tres millones de dólares a experimentadores de Northeastern University para inyectar cocaína y otras drogas a hámsteres, inducir agresión de esta manera y luego obligarlos a pelear entre sí. Este experimento es tan ridículo que aparece en el Libro de Desperdicio del gasto público, que lanzaba cada año Jeff Flake durante su ejercicio como senador de Arizona.
- Perros discapacitados: se gastaron casi 10 millones de dólares en otro proyecto que ejemplifica la aparente filosofía de los NIH: “si algo no ha funcionado durante décadas, sigamos financiándolo”. Durante más de 30 años, Joe Kornegay forzó perros a reproducirse para que desarrollaran distrofia muscular. Estos perros debían esforzarse para caminar e incluso tragar porque sus músculos estaban deteriorados. Los experimentos en estos animales no han conducido a una cura ni a un tratamiento para revertir los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, los NIH continúan financiando la reproducción de perros con distrofia muscular en UNC-Chapel Hill, University of Missouri, University of Washington y otros lugares. Gracias a PETA, Texas A&M dejó de torturar perros en estos inútiles experimentos.
- Recompensa a la incompetencia: los NIH han otorgado cientos de millones de dólares a University of Pittsburgh (Pitt). Con base en lo que hemos visto, no confiaríamos en Pitt ni para cambiar un bombillo. Una investigación de PETA reveló que los ratones allí han muerto de sed o se han ahogado en jaulas inundadas; un veterinario realizó un procedimiento doloroso sin utilizar anestesia apropiada; murieron conejos porque les dieron una alimentación inadecuada; les perforaron los intestinos a ratones para que las bacterias llegaran a su abdomen y les causaran un choque séptico. Los NIH continuaron financiando estos experimentos de sepsis incluso después de que un estudio determinó que los resultados en ratones no se pueden aplicar a los humanos.
- Los primates como productos: los NIH pagaron casi 7 millones de dólares al infame importador y distribuidor de primates Primate Products, Inc. (PPI). Mientras los NIH mantenían a los monos en PPI para usarlos en experimentos, PETA reveló las carencias y el abandono que padecían los animales confinados allí. Los monos estaban obligados a vivir en sus propios excrementos, eran víctimas de violencia y sufrían durante días de heridas dolorosas e incluso fracturas expuestas. Además, se les amputaba la cola y extraían los dientes sin analgésicos adecuados. Después de que publicamos nuestra investigación, PPI fue citado por más de 25 violaciones a la Ley de Bienestar Animal federal. Los NIH suspendieron sus contratos con PPI, pero solo temporalmente.
ACTÚA YA
Aquí hay solo un par de ejemplos de campañas exitosas de PETA para terminar con el despilfarro de los NIH y salvar a los animales de los experimentadores, algo que el Congreso podría seguir haciendo hoy:
- Tortura de monos bebés: los NIH dieron más de 35 millones de dólares a uno de sus propios experimentadores para inducir depresión, ansiedad y miedo en monos bebés. Los bebés eran arrancados de sus madres, confinados en diminutas jaulas y luego aterrorizados con ruidos fuertes. Otra sesión de tortura involucró drogar a las madres y cubrir sus pezones con cinta adhesiva. Sus bebés fueron filmados tratando frenéticamente de despertarlas. El experimentador responsable de esta crueldad admitió en público que sus resultados no eran relevantes para los humanos, pero los NIH financiaron estos experimentos durante más de 30 años. Gracias a una enérgica campaña de PETA contra estos crueles y absurdos experimentos, los NIH finalmente les pusieron fin.
- El infame caso de Double Trouble: los NIH le dieron más de 3 millones de dólares en dinero de los contribuyentes a University of Wisconsin-Madison para que sus experimentadores pudieran atormentar gatos. Después de una larga batalla legal con la universidad para obtener fotos de experimentos invasivos en gatos, PETA sacó a la luz la impactante evidencia que demostró que algunos de los animales, incluyendo uno llamado Double Trouble, eran sometidos a cirugías invasivas en el cerebro y los oídos. Double Trouble se despertó en medio de uno de estos procedimientos. Los gatos eran ensordecidos con químicos y luego privados de comida para hacerlos obedecer durante los procedimientos. Este experimento demostró ser inútil: nunca produjo una publicación avalada por pares y se le consideró un fracaso. Era parte de un proyecto más grande también financiado por los NIH a pesar de que el experimentador principal admitió que “nuestro objetivo no es producir un tratamiento clínico o una cura”. La campaña de PETA acabó con el experimento, el laboratorio fue cerrado y los gatos sobrevivientes fueron adoptados.
Con tu ayuda, podemos terminar con este absurdo financiamiento y con el sufrimiento que causa a los animales.
Esto es lo que estamos exigiendo a los NIH:
- Eliminar el uso de animales en áreas donde ellos son modelos deficientes de las enfermedades humanas y han impedido el progreso.
- Realizar reseñas científicas sistemáticas para determinar dónde puede eliminarse el uso de animales en otras áreas de investigación.
- Reasignar los fondos previamente destinados a estudios en animales al uso y desarrollo de métodos fiables sin animales.
- Implementar un sistema de análisis de daños y beneficios que incluya la consideración de daños permanentes y previos fracasos.
- Promover la aceptación y armonización de métodos sin animales para cumplir con los requisitos reglamentarios de pruebas de toxicidad.
- Educar y capacitar a investigadores y reguladores en métodos de investigación y pruebas sin animales.
Necesitamos que los legisladores comprendan cuánto dinero desperdician los NIH en la actualidad. Por favor, envíales un correo electrónico cortés a tus representantes en el Congreso instándoles a que ordenen a los NIH dejar de malgastar el dinero público en inútiles y crueles experimentos en animales, y enfocarse en métodos modernos de investigación sin animales.