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La experimentadora de la Universidad de Massachusetts-Amherst, Agnès Lacreuse, solicitó a los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) más de $400 000 del dinero de los contribuyentes para llevar a cabo un experimento inútil y cruel de privación de sueño en pequeños titíes. Y lo consiguió.
Su experimento fue trasladado a la Universidad de Wisconsin-Madison en el último minuto y luego se retrasó durante años, su alcance prácticamente abandonado, bajo la presión de PETA. El experimento nunca debió haber sido aprobado en primer lugar, y después de que PETA y nuestros simpatizantes bombardearon la universidad con quejas, se terminó después de solo una noche.
Pero Lacreuse se quedó con la mayor parte del dinero de todos modos.
PETA está exigiendo que los contribuyentes reciban un reembolso.
Engaño y cambio
El diseño original del experimento involucraba someter a hasta una docena de monos a sonidos tan fuertes como una cortadora de césped para evitar que durmieran hasta por 24 noches, un esquema científicamente defectuoso sin relevancia para la salud humana.
Pero los registros obtenidos por PETA muestran que, finalmente, solo se usaron seis monos y la prueba inútil terminó después de solo una noche de tormento.
Sin embargo, fue una noche costosa para los contribuyentes.
Lacreuse de alguna manera gastó cientos de miles de dólares de los contribuyentes. Aceptó $438 625 de los NIH, pero no completó ninguno de los objetivos enumerados en su propuesta. A pesar de esto, solo devolvió $98 660, o aproximadamente el 22 %, del dinero que los contribuyentes le dieron.
Equilibrando las cuentas
PETA ahora está pidiendo a tres agencias gubernamentales: el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, el Centro de Revisión Científica y la Oficina de Integridad en la Investigación, que investiguen a Lacreuse por malversación de fondos y conducta indebida en la investigación, para obligarla a devolver los $340 000 restantes del dinero de los contribuyentes, y que le prohíban recibir más fondos en el futuro.
Por favor, únete y actúa para pedirle a Richard Hodes, el director del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, que exija que Lacreuse devuelva este dinero y que se le prohíba recibir más fondos en el futuro.
Después de que actúes, verás una forma fácil de compartir esta información. ¡Por favor pide a cinco amigos o familiares que apoyen esta campaña!